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miércoles, 20 de abril de 2016

El mapa no es el territorio.

¿Cuánta verdad hay en mi vida? ¿hasta que punto mi existencia es real? ¿los colores son realmente así? y si mi mente ha creado una realidad, que lo es para mí, pero que no es la real...entonces ¿cuál es la realidad real?

...

Hace unos días me mostraron una frase que decía "el mapa no es el territorio". Tras varias explicaciones entendí que efectivamente existe un territorio X de donde diferentes sujetos crean su propio mapa mental, crean su idea y sus percepciones acerca de cómo es X. Aceptando esta afirmación estaría asumiendo que toda mi realidad es una mera construcción subjetiva creada por mi mente y mi experiencia y no estaría dejando cabida a lo objetivo. 

Hasta ahora he podido verme cuestionada ante retos simples donde tenía que elegir o decidir de qué color era algo, pues dentro de los colores hay una variedad prácticamente infinita donde dichos colores pueden verse afectados por la iluminación, textura e incluso por la posición donde estén, pero nunca me he planteado si una silla es una silla. Está claro; tiene respaldo, cuatro patas y sirve para sentarse. Es algo objetivo, simple y claro. La silla sería el territorio, pero según la frase el mapa no es el territorio lo que yo percibo de la silla es el mapa; es la construcción mental que yo me he hecho acerca de la silla no la silla. Pero...¿y si la estoy tocando? ¿es también una construcción mental? Yo puedo tocarla, luego existe, es real, no es solo una construcción, es algo físico. 

Es cierto que el mundo de los sentidos es limitado en el ser humano pues perdemos mucha información en comparación con los animales, pero aunque sean limitados son fieles a la realidad. Si yo toco el hielo esta frío, el término frío estará inventado pero el sentimiento que produce tocarlo existe, no es una construcción mental; al tocar una silla ésta existe, la toco y me siento ¿pero cómo de real la estoy percibiendo? ¿cuánta información y detalles están inventadas por mi propia mente? es más...¿ cuánta realidad estoy perdiendo en mi propio día a día? 

4 comentarios:

  1. Hola Blanca

    Tu reflexión, muy buena por cierto, me recordó la distinción que hace Paul Watzlawick entre realidad de primer y segundo orden, en su libro "¿Es real la realidad?".

    Te pongo aquí un fragmento, que creo que encontrarás interesante.

    Porque la cuestión no es si algo es objetivo o subjetivo, como si de una estructura bipolar se tratase (tipo o...o), sino cuán objetivo y consensuado es algo y cuán subjetivo y arbitrario es algo. Es una cuestión de grado, de matices y de significados, al fin y al cabo. Sobre todo lo que tiene relación con la Realidad de Segundo Orden.

    Piensa que si un bebé de 9 meses interactúa con lo que llamas "silla", para él no será una silla, sino un objeto particular de diferentes características. ¿Cuáles son las características básicas que debería tener un objeto para que fuera una silla? Porque yo puedo ver modelos diferentes de silla, ¿pero serían todas sillas? Por ejemplo, ¿debería tener respaldo? ¿de qué altura? ¿cuantas patas? ¿o sin patas? ¿influye en algo el material? ¿es un aspecto de estructura o de función (silla es todo aquello que sirve para que me siente)? Nada de eso existe para ese niño, para quien sólo existe el objeto en sí (estoy muy Kantiano ahora, antes más Platónico, me temo ;)

    El concepto es mucho más abstracto que el objeto particular, de hecho no hay nada del objeto particular en la noción conceptual, aunque esté basada en nuestra experiencia con objetos a los que en nuestro idioma etiquetamos como "sillas". Otra cosa es el concepto de "sillez" por llamarlo de alguna forma.

    Culturas que no usan sillas, porque se sientan directamente en el suelo, ¿cómo percibirían esos objetos?¿qué uso les darían? ¿influye nuestro uso del objeto en nuestra percepción y significado atribuido al objeto? (esto es muy de Vygotsky ahora y una autora que se llama Cintia Rodríguez lo ha trabajado mucho, en un libro precioso que se llama "El mágico número tres").

    Con una silla, da igual, pero con otros fenómenos, esto es más importante.

    Te dejo la cita en otro comentario y creo que todo esto será más claro.

    Un saludo

    Alejandro

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  2. "El primero de ellos se refiere a las propiedades puramente físicas (y por ende objetivamente
    constatables) de las cosas y responde, por tanto, al problema de la llamada «sana razón humana» o del proceder científico objetivo. El
    segundo afecta exclusivamente a la adscripción de un sentido y un valor a estas cosas y, en consecuencia, a la comunicación.
    Por ejemplo: antes de la llegada de la primera sonda a la superficie lunar, los astrónomos no estaban de acuerdo sobre si esta
    superficie tenía la resistencia necesaria para soportar el peso de una nave espacial; algunos temían que ésta se hundiría en una profunda
    capa de polvo. Hoy sabemos que se daba realmente el primer caso y que, por consiguiente, algunos científicos tenían objetivamente
    razón y otros estaban equivocados. Un ejemplo más sencillo sería la divergencia de opiniones sobre el problema de si la ballena es un
    pez o un mamífero. También en este caso puede darse una respuesta objetiva a la pregunta de en cuál de las dos definiciones
    conceptuales debe situarse la ballena. Encuadraremos, pues, dentro de la realidad del primer orden aquellos aspectos de la realidad que
    se refieren al consenso de la percepción y se apoyan en pruebas experimentales, repetibles y, por consiguiente, verificables.
    Ahora bien, en el ámbito de esta realidad no se dice nada sobre la significación de estas cosas, o sobre el valor (en el más amplio
    sentido de la palabra) que poseen. Por ejemplo: la realidad del primer orden del oro, es decir, sus propiedades físicas, son
    perfectamente conocidas y verificables en todo tiempo. Pero la significación, la importancia del oro en la vida humana desde tiempos
    remotos y sobre todo el hecho de que dos veces al día se le asigne en una oficina de la City londinense un valor concreto, y que esta asignación de valor tenga una importante influencia en otros muchos aspectos de nuestra realidad, todo esto tiene muy poco o nada que ver con sus propiedades físicas. Esta otra segunda realidad del oro es la que puede hacer de un hombre un Creso, o llevarle a la bancarrota.
    (Watzlawick, 1979, p.77)

    Watzlawick, P. (1979) ¿Es real la realidad? Confusión, desinformación, comunicación. Barcelona: Herder

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  3. Ya por último, si tienes tiempo échale un vistazo a este post, concretamente al vídeo de David Eagleman y su charla TED sobre si podemos los seres humanos crear nuevos sentidos.

    http://psicodesarrollob1314.blogspot.com.es/2015/11/can-we-create-new-senses-for-humans.html

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  4. Ya por último, si tienes tiempo échale un vistazo a este post, concretamente al vídeo de David Eagleman y su charla TED sobre si podemos los seres humanos crear nuevos sentidos.

    http://psicodesarrollob1314.blogspot.com.es/2015/11/can-we-create-new-senses-for-humans.html

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